¡Mamá, comí mariscos!

 

Mi experiencia en relación a INACAP ha estado ligada siempre a ir más allá de lo cómodo y lo conocido. Este fin de semana no podía ser distinto. Como parte de la inauguración del torneo gastronómico chef sur en el centro de Concepción estuvieron realizando algunas clases demostrativas.

IMG_20161001_125523_HDR[1].jpg

Así que yo muy ingenuamente llegué, recibí el plato que  me entregaron y  pensé oh! ¡Arroz con cositas, mi favorito! Debo reconocer que se veía bonito y tentador. Lo probé y O.O tenía mariscos. Cualquier persona que me conozca sabe que aunque quiera nunca he podido comerlos, hay algo con su sabor que encuentro muy fuerte y  me cuesta, incluso, tragarlos.

Sin embargo, como dije al principio, INACAP para mí es confiar, tirarse al agua y descubrir cosas nuevas. Supongo, que comí pulpo y calamares. Papá, si ves esto, jamás te perdonaré por engañarme, el pulpo no tiene sabor a pollo u.u y mamá, si ves esto, todavía no me gustan los mariscos como a ti, soy una deshonra T.T

IMG_20161001_134144_HDR[1].jpg
También comí cosas ricas 😀                                No saqué foto de los mariscos porque fue demasiada mi impresión
Mi historia con INACAP es más larga. El año pasado cuando estaba perdida busqué respuestas donde siempre lo hago, LA COCINA. Fue así como encontré los cursos de extensión de la escuela de gastronomía. Y aunque tuve todos los miedos de siempre “y sí nadie me hable” “y si no me atrevo a hablarle a alguien” “pero tendría que ir sola a clases” y el peor de todos “y si descubro que no tengo habilidad para cocinar y si no sirvo para esto”. Pero me atreví y así aprendí que de vez en cuando hay que dar un salto al vacío y arriesgarse.

Terminé el año pasado más cansada que nunca, pero fui inmensamente feliz. No descubrí que fuera una masterchef en potencia, tampoco fui la alumna más brillante, ni la que más cocinó. Lo que descubrí es que siempre vale la pena arriesgarse, aprender algo nuevo, conocer a otras personas. Es necesario ir más allá de lo que conocemos para crecer y para ser felices.

Así que a dejar las excusas atrás y seguir avanzando. Mamá, no sólo comí mariscos. Estoy creciendo.

Voy a dejar algunas fotos aquí para que puedan ver el mundo hermoso que descubrí al arriesgarme.

2 respuestas a “¡Mamá, comí mariscos!

Deje un comentario